Fabricantes se ponen las pilas para equipar sus productos con baterías ecológicas y de más duración Las baterías de hoy duran poco y no tienen un sucesor claro, pero ya se trabaja en alternativas.
Diversas tecnologías que utilizan luz solar, metanol o energía generada por el ser humano prometen eliminar de dispositivos como teléfonos móviles y portátiles el molesto mensaje de 'batería baja', que los usuarios ven con frecuencia debido a la pobre capacidad de las pilas que se emplean en la actualidad.
En un tiempo, el usuario ya no tendrá que conectar su aparato todo el tiempo a la corriente eléctrica e incluso será posible que no lleve el cargador cuando esté de viaje o fuera de su casa.
En lugar de eso, en su bolsillo quizá portará un cartucho con combustible (metanol) y de esta forma tendrá la energía equivalente a más de cuatro recargas de una batería tradicional.
También es posible que use un panel solar para recargar el aparato o que emplee una manivela incorporada al dispositivo.
El reto para las empresas que trabajan en estas tecnologías consiste en reinventar o hallar alternativas más eficientes a las baterías recargables de ion de litio (también conocidas como Li-ion), las cuales están presentes en la mayoría de equipos electrónicos que se venden actualmente, como reproductores de música, cámaras fotográficas y de video, computadores portátiles y celulares.
Según los expertos, las de ion de litio, al compararlas con baterías de otros materiales, tienen la mejor relación entre la energía del dispositivo y su peso, no sufren del 'efecto de memoria' (que disminuye la capacidad de otras pilas si se recargan cuando todavía tienen energía) y casi no pierden su carga cuando no están en uso.
Sin embargo, cuentan con una capacidad de almacenamiento de electricidad que está limitada por la cantidad de litio que pueden albergar.
Un avance en este sentido lo hizo la Universidad de Stanford (E.U.) al anunciar, a finales del 2007, que al incorporar silicio en determinadas partes de una batería de ion de litio podía incrementar su capacidad diez veces. Yi Cui, profesor de la institución, afirmó que esta mejora podría incluso hacer estas baterías interesantes para la industria automotriz.
En declaraciones al periódico The New York Times, Gao Liu, científico del Lawrence Berkeley Nacional Laboratory, afirmó que la manipulación de los materiales y químicos de las baterías de ion de litio extenderá su uso por una década o más, pues en su opinión no hay nuevos dispositivos para almacenamiento de energía que marquen una diferencia con los actuales.
Combustible, una opción
Según Rick Cooper, vicepresidente de desarrollo de negocios de la empresa Polyfuel, la capacidad de las baterías se incrementa entre el cinco y el ocho por ciento cada año. Pero la demanda de los aparatos crece de forma más acelerada, por lo que se requieren cambios en este aspecto, aseguró Cooper al diario estadounidense The New York Times.
Entre los esfuerzos importantes por encontrar aparatos más poderosos para recargar dispositivos se destacan los cartuchos de combustible, cuyos primeros prototipos presentó Toshiba en el 2003.
Desde esta misma época, Polyfuel ha desarrollado una tecnología que utiliza combustible, específicamente metanol, para crear baterías pequeñas, delgadas, durables y de bajo costo que les permitan a los fabricantes de dispositivos móviles usarlas en sus aparatos.
"La mejor apuesta hacia el futuro son probablemente los cartuchos de combustible, pero pasará una década o más antes de que comiencen a usarse en aparatos portátiles de consumo masivo", dijo Gao Liu.
El gran atractivo de los cartuchos de combustible radica en que pueden almacenar mucha más energía que otras baterías del mismo tamaño; en algunos casos su capacidad supera diez veces la de las baterías actuales. Así las cosas, según Rick Cooper, de Polyfuel, sería posible tener funcionando un portátil durante todo el día sin necesidad de recargarlo.
En el 2007, Samsung anunció una batería basada en la tecnología de Polyfuel para el portátil Q35, que le da a este dispositivo energía para funcionar hasta por ocho horas (el promedio de duración de las actuales es de tres horas).
La pila hace parte de un accesorio para el Q35 y se suma a otro proyecto de la misma empresa que busca crear una batería del tamaño de un pocillo, que podría proveer energía al aparato hasta por una semana.
Hidrógeno, en el 2010
Por su parte, investigadores franceses presentaron recientemente un cartucho de combustible con hidrógeno, que tiene el tamaño de un encendedor de cigarrillos. Sirve de fuente de energía alterna para recargar teléfonos móviles y ofrece entre tres y cinco veces más energía que una batería tradicional.
El dispositivo integra un sistema que hace que el celular tome primero la energía de su batería principal y, al acabarse, gaste la que necesite del cartucho.
Según STMicroelectronics, su fabricante, se espera que llegue al mercado en el 2010.
Otras alternativas
El primer prototipo de portátil creado por la iniciativa OLPC (One Laptop Per Child), liderada por el investigador Nicholas Negroponte, incluyó una manivela en su costado derecho que, al darle vuelta durante diez minutos, le proporcionaba energía al aparato por una hora.
Sin embargo, los modelos posteriores la descartaron pues la tecnología no estaba plenamente desarrollada y era complicado recargar el equipo cuando la pila se descargaba por completo.
Sony anunció a comienzos del 2008 que cuenta con un proyecto llamado 'Odo', que consiste en una cámara de fotografía digital que se carga al girar un anillo; todavía no tienen planes de comercialización al respecto.
La compañía Better Energy ya tiene en el mercado el Solio (www.solio.com), un cargador para dispositivos como celulares, computadores de mano, cámaras digitales y reproductores de música que toma la energía del sol y la transmite a los aparatos (también funciona con corriente eléctrica). Una hora de sol es suficiente para hablar 20 minutos por celular o para escuchar música durante casi una hora.
Algunos portátiles del mercado han comenzado a incluir baterías recargables de plata-zinc. Este componente ofrece un 40 por ciento más energía que las tradicionales baterías de ion de litio y su fabricante, ZPower, asegura que el 95 por ciento de sus elementos primarios son reciclables y reutilizables.
Iván Luzardo
Redacción Tecnología
Diversas tecnologías que utilizan luz solar, metanol o energía generada por el ser humano prometen eliminar de dispositivos como teléfonos móviles y portátiles el molesto mensaje de 'batería baja', que los usuarios ven con frecuencia debido a la pobre capacidad de las pilas que se emplean en la actualidad.
En un tiempo, el usuario ya no tendrá que conectar su aparato todo el tiempo a la corriente eléctrica e incluso será posible que no lleve el cargador cuando esté de viaje o fuera de su casa.
En lugar de eso, en su bolsillo quizá portará un cartucho con combustible (metanol) y de esta forma tendrá la energía equivalente a más de cuatro recargas de una batería tradicional.
También es posible que use un panel solar para recargar el aparato o que emplee una manivela incorporada al dispositivo.
El reto para las empresas que trabajan en estas tecnologías consiste en reinventar o hallar alternativas más eficientes a las baterías recargables de ion de litio (también conocidas como Li-ion), las cuales están presentes en la mayoría de equipos electrónicos que se venden actualmente, como reproductores de música, cámaras fotográficas y de video, computadores portátiles y celulares.
Según los expertos, las de ion de litio, al compararlas con baterías de otros materiales, tienen la mejor relación entre la energía del dispositivo y su peso, no sufren del 'efecto de memoria' (que disminuye la capacidad de otras pilas si se recargan cuando todavía tienen energía) y casi no pierden su carga cuando no están en uso.
Sin embargo, cuentan con una capacidad de almacenamiento de electricidad que está limitada por la cantidad de litio que pueden albergar.
Un avance en este sentido lo hizo la Universidad de Stanford (E.U.) al anunciar, a finales del 2007, que al incorporar silicio en determinadas partes de una batería de ion de litio podía incrementar su capacidad diez veces. Yi Cui, profesor de la institución, afirmó que esta mejora podría incluso hacer estas baterías interesantes para la industria automotriz.
En declaraciones al periódico The New York Times, Gao Liu, científico del Lawrence Berkeley Nacional Laboratory, afirmó que la manipulación de los materiales y químicos de las baterías de ion de litio extenderá su uso por una década o más, pues en su opinión no hay nuevos dispositivos para almacenamiento de energía que marquen una diferencia con los actuales.
Combustible, una opción
Según Rick Cooper, vicepresidente de desarrollo de negocios de la empresa Polyfuel, la capacidad de las baterías se incrementa entre el cinco y el ocho por ciento cada año. Pero la demanda de los aparatos crece de forma más acelerada, por lo que se requieren cambios en este aspecto, aseguró Cooper al diario estadounidense The New York Times.
Entre los esfuerzos importantes por encontrar aparatos más poderosos para recargar dispositivos se destacan los cartuchos de combustible, cuyos primeros prototipos presentó Toshiba en el 2003.
Desde esta misma época, Polyfuel ha desarrollado una tecnología que utiliza combustible, específicamente metanol, para crear baterías pequeñas, delgadas, durables y de bajo costo que les permitan a los fabricantes de dispositivos móviles usarlas en sus aparatos.
"La mejor apuesta hacia el futuro son probablemente los cartuchos de combustible, pero pasará una década o más antes de que comiencen a usarse en aparatos portátiles de consumo masivo", dijo Gao Liu.
El gran atractivo de los cartuchos de combustible radica en que pueden almacenar mucha más energía que otras baterías del mismo tamaño; en algunos casos su capacidad supera diez veces la de las baterías actuales. Así las cosas, según Rick Cooper, de Polyfuel, sería posible tener funcionando un portátil durante todo el día sin necesidad de recargarlo.
En el 2007, Samsung anunció una batería basada en la tecnología de Polyfuel para el portátil Q35, que le da a este dispositivo energía para funcionar hasta por ocho horas (el promedio de duración de las actuales es de tres horas).
La pila hace parte de un accesorio para el Q35 y se suma a otro proyecto de la misma empresa que busca crear una batería del tamaño de un pocillo, que podría proveer energía al aparato hasta por una semana.
Hidrógeno, en el 2010
Por su parte, investigadores franceses presentaron recientemente un cartucho de combustible con hidrógeno, que tiene el tamaño de un encendedor de cigarrillos. Sirve de fuente de energía alterna para recargar teléfonos móviles y ofrece entre tres y cinco veces más energía que una batería tradicional.
El dispositivo integra un sistema que hace que el celular tome primero la energía de su batería principal y, al acabarse, gaste la que necesite del cartucho.
Según STMicroelectronics, su fabricante, se espera que llegue al mercado en el 2010.
Otras alternativas
El primer prototipo de portátil creado por la iniciativa OLPC (One Laptop Per Child), liderada por el investigador Nicholas Negroponte, incluyó una manivela en su costado derecho que, al darle vuelta durante diez minutos, le proporcionaba energía al aparato por una hora.
Sin embargo, los modelos posteriores la descartaron pues la tecnología no estaba plenamente desarrollada y era complicado recargar el equipo cuando la pila se descargaba por completo.
Sony anunció a comienzos del 2008 que cuenta con un proyecto llamado 'Odo', que consiste en una cámara de fotografía digital que se carga al girar un anillo; todavía no tienen planes de comercialización al respecto.
La compañía Better Energy ya tiene en el mercado el Solio (www.solio.com), un cargador para dispositivos como celulares, computadores de mano, cámaras digitales y reproductores de música que toma la energía del sol y la transmite a los aparatos (también funciona con corriente eléctrica). Una hora de sol es suficiente para hablar 20 minutos por celular o para escuchar música durante casi una hora.
Algunos portátiles del mercado han comenzado a incluir baterías recargables de plata-zinc. Este componente ofrece un 40 por ciento más energía que las tradicionales baterías de ion de litio y su fabricante, ZPower, asegura que el 95 por ciento de sus elementos primarios son reciclables y reutilizables.
Iván Luzardo
Redacción Tecnología
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