El Gobierno brasileño anuncia que hay 629 especies en peligro crítico de extinción El número de variedades amenazadas se ha triplicado en los últimos 15 años El arara juba ('Guaruba guarouba'), considerado el ave nacional, es una de las más de 600 especies que corren serio peligro de desaparecer.
Es una referencia para la conservación de especies porque es el país con mayor cantidad del mundo. Con una superficie de ocho millones de kilómetros cuadrados (16 veces España) alberga el 10% de los mamíferos y el 13% de los anfibios.
Un informe oficial ha reconocido la magnitud del riesgo que se corre. Al menos 627 especies están en vías de desaparición inminente, según reconoce el Libro Rojo de la fauna brasileña amenazada de desaparición y que fue presentado en Brasilia por el ministro de Medio Ambiente, Carlos Minc.
Según declaraciones que recoge la agencia AFP, el político reconoció que "el número de especies en riesgo se ha triplicado en 15 años", una cifra que utilizó para llamar la atención sobre la tendencia regresiva que sufre la conservación de la biodiversidad en el gigante suramericano.
Según Minc, las causas principales que ponen en peligro la fauna brasileña son la deforestación, los incendios, la transformación de los bosques nativos en cultura de soja o en pastos, la invasión de las zonas protegidas de los parques por actividades humanas, el tráfico de animales salvajes, el uso de químicos que afectan a toda la cadena alimentaria y la pesca excesiva.
Las especies amenazadas son 69 mamíferos, 160 aves, 20 reptiles, 16 anfibios, 154 peces y 208 invertebrados. La anterior lista databa de 1989 y tenía 218 especies.
Significativamente, el 60 % de las especies amenazadas son propias de la Mata Atlántica, el ecosistema boscoso, húmedo y de temperaturas suaves que ocupaba gran parte de la costa brasileña y del que apenas queda nada, pues las cercanías del mar han sido las áreas más ocupadas por el hombre durante siglos.
En la cuenca amazónica se ha listado un total de 57 especies como en máximo peligro. Esta vez también se ha incluido como al borde la extinción al manatí ('Trichechus inunguis') el mamífero de agua dulce que está en franca regresión y cuya ausencia está generando graves desequilibrios en los ecosistemas fluviales pues era el herbívoro que regulaba la presencia de materia vegetal en el agua.
En muchos lugares de la cuenca, la vegetación acuática está cubriendo lagos y zonas de poca corriente, oscureciendo el agua y acabando con la vida de debajo debido a la ausencia del mamífero acuático.
PEDRO CÁCERES
(Foto: AFP)
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Publicación realizada gracias al a colaboración de Elizabeth Genesca.
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