"Dolichoppteryx longipes", utiliza un singular sistema de espejos para
detectar y protegerse de los predadores en las profundidades oceánicas. Los
espejos le permiten captar las emisiones lumínicas de otras criaturas en las
profundidades con más detalle que los ojos dotados de lentes de otras
especies, según informa la revista "Current Biology".
Los espejos proporcionan imágenes más precisas porque son más eficaces en
condiciones de baja luminosidad y evitan las imperfecciones en las imágenes
que crean las lentes. Algunos crustáceos están también dotados de sistemas
de espejos, pero el pez en cuestión es el primer vertebrado en el que,
gracias a la evolución, los espejos le permiten ver. "En casi 500 millones
de años de evolución de los vertebrados, es la única especie que ha resuelto
el problema óptico fundamental de todos los ojos: cómo construir una imagen
con ayuda de un espejo", afirma el profesor Julian Partridge, de la
Universidad de Bristol. "Es un animal extraordinario y un caso único entre
los vertebrados. Con los espejos puede construir una imagen de alta
resolución", explica el científico. Se cree que los espejos son más eficaces
en la oscuridad porque reflejan a la retina más de la luz disponible en
lugar de absorber, como las lentes, buena parte de esa luz.
Se cree que los espejos son más eficaces en la oscuridad porque reflejan a
la retina más de la luz disponible en lugar de absorber, como las lentes,
buena parte de esa luzLas lentes, especialmente las del tipo esférico de las
que están dotados los peces, sufren también pequeñas aberraciones que
afectan a la calidad de las imágenes. Según el profesor Partridge, los ojos
con espejos podrían ser mejores para la visión en otros hábitats distintos
de las profundidades marinas, pero las lentes fueron las primeras en
evolucionar en los vertebrados.
Los ojos con lentes servían perfectamente para el propósito de ver, con lo
cual no fue necesaria la evolución en esas especies hacia ojos con espejos.
Estos últimos se utilizan para ver la luz bioluminiscente creada por los
animales marinos para atraer a sus presas. El "Dolichopteryx longipes" se
conoce desde hace 120 años, pero se sabía muy poco sobre su fisiología hasta
que, hace año y medio, se capturó un ejemplar vivo a una profundidad de 800
metros en el Pacífico Sur. El pez lo capturó el profesor Hans-Joachim
Wagner, de la Universidad de Tubinga (Alemania), en el transcurso de una
expedición científica internacional
Fuente: abc.es
Colaboradora: Elizabeth Genesca
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