Noticias24 :: Actualidad en Noticias24.comUnos 40 indígenas de varias etnias
de la reserva de Raposa Serra do Sol, en la frontera entre Brasil y
Venezuela, viajaron a Brasilia para defender la conservación de ese enorme
territorio ante la Corte Suprema y cuyo fallo puede definir el futuro de
todas las tierras aborígenes del país.
"La confirmación de la reserva para nosotros significará la supervivencia
física y cultural de las etnias que la habitamos", explicó a la AFP Joenia
Barbosa, que vive en ese área y es la primera indígena que ha llegado a
defender un caso ante la máxima corte de Brasil.
"Si la reserva es rechazada por el Supremo, significará un retroceso muy
grande para los derechos humanos de los indígenas en Brasil, y será una
amenaza para muchos otros territorios que pueden ser cuestionados", añadió.
La reserva Raposa Serra do Sol, en la que viven 19.000 indígenas de las
etnias macuxi, wapichana, ingarikó, taurepang y patamona, tiene una
extensión de 17.000 km2, equivalentes a más de la mitad de Bélgica.
Tras 30 años de disputas, el territorio fue demarcado como tierra indígena
por el gobierno en 2005, que ordenó la salida de los colonos blancos, pero
esa decisión fue contestada ante el máximo tribunal por el gobierno
regional, que pide la permanencia de seis grandes hacendados arroceros y
unas 50 familias no indígenas.
El Supremo Tribunal Federal reanudará este miércoles el juicio sobre la
constitucionalidad de la demarcación, una vez que el 27 de agosto uno de los
jueces pidió más tiempo para estudiar el caso. En esa ocasión, el juez
relator votó a favor de entregar la reserva a los indígenas y sacar a los
blancos.
El gobernador de Roraima, José de Anchieta Júnior, acusó el lunes al
gobierno del presidente Luiz Inacio Lula da Silva de manipular a los
indígenas para defender la reserva.
Sumándose a las protestas de militares meses atrás, también afirmó que la
reserva significará "un riesgo a la soberanía" nacional.
El gobierno regional denuncia que las reservas indígenas ya ocupan 47% de su
estado, incluída la tierra Yanomami, y que la producción de arroz en Raposa
Serra do Sol representa el 6% del PIB del estado.
Las autoridades han alertado de la posibilidad de que se produzcan hechos de
violencia tras la decisión del Supremo Tribunal Federal.
"Resistiremos con nuestra sangre (…) esta nunca fue ni será tierra indígena,
es tierra de brasileños", había asegurado en abril a la AFP Paulo César
Quartiero, el mayor arrocero de la región, instalado hace 20 años, poco
antes de que la Corte Suprema suspendiera temporalmente la retirada de los
blancos de la reserva, para definir su constitucionalidad.
En Brasil la Fundación Nacional del Indio calcula que hay cerca de un millón
de indígenas (alrededor de 0,5% de la población de 190 millones) que
reclaman como propio alrededor de 13% del territorio nacional.
© 1994-2008 Agence France-Presse
Colaboradora Elizabeth Genesca
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