El portavoz del servicio de guardaparques, Chris Arthur, estimaba en la mañana de hoy que sólo 54 de los 194 animales siguen con vida.
Se cree que la mayor parte de las 200 ballenas se extraviaron en la noche del domingo entre Tasmania y tierra firme. Se trata principalmente de calderones, también conocidas como ballenas piloto.
La playa de Naracoopa amaneció con decenas de animales tumbados sobre la arena seca que dejó la marea baja, con las aletas alzadas.
"Realmente los calderones son animales robustos", señaló Arthur. "Mientras estén con vida, siempre queda esperanza", agregó.
Decenas de voluntarios trataban de salvar a las 54 ballenas que quedan con vida. Unos 150 residentes de la zona intentaron ayudar a los animales a regresar al agua.
Arthur informó, además, de que entre las ballenas había seis delfines varados en la playa Naracoopa. Según el periódico australiano "The Mercury" fueron devueltos al agua con éxito. Sin embargo, el portavoz del servicio de guardaparques teme que más ballenas puedan correr la misma suerte que sus hermanas.
"Hay todavía un importante número de animales en el mar, a poca distancia de la playa, arremolinándose", dijo Arthur.
Según declaró a la emisora de radio el director general del servicio de guardaparques, Peter Mooney, las ballenas a menudo ponen en riesgo su propia supervivencia para permanecer con su manada.
"Poseen una increíble cohesión social", explicó. "Una ballena queda varada y las demás le siguen para estar con esa ballena y acabamos con toda la manada varada. No abandonan a otras ballenas que están en apuros, aunque eso signifique la muerte.
Se cree que la mayor parte de las 200 ballenas se extraviaron en la noche del domingo entre Tasmania y tierra firme. Se trata principalmente de calderones, también conocidas como ballenas piloto.
La playa de Naracoopa amaneció con decenas de animales tumbados sobre la arena seca que dejó la marea baja, con las aletas alzadas.
"Realmente los calderones son animales robustos", señaló Arthur. "Mientras estén con vida, siempre queda esperanza", agregó.
Decenas de voluntarios trataban de salvar a las 54 ballenas que quedan con vida. Unos 150 residentes de la zona intentaron ayudar a los animales a regresar al agua.
Arthur informó, además, de que entre las ballenas había seis delfines varados en la playa Naracoopa. Según el periódico australiano "The Mercury" fueron devueltos al agua con éxito. Sin embargo, el portavoz del servicio de guardaparques teme que más ballenas puedan correr la misma suerte que sus hermanas.
"Hay todavía un importante número de animales en el mar, a poca distancia de la playa, arremolinándose", dijo Arthur.
Según declaró a la emisora de radio el director general del servicio de guardaparques, Peter Mooney, las ballenas a menudo ponen en riesgo su propia supervivencia para permanecer con su manada.
"Poseen una increíble cohesión social", explicó. "Una ballena queda varada y las demás le siguen para estar con esa ballena y acabamos con toda la manada varada. No abandonan a otras ballenas que están en apuros, aunque eso signifique la muerte.
Fuente: ABC.es
Coloboradora Elizabeth Genesca
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